Monstera deliciosa, el árbol del pan mejicano, recibe en inglés el nombre común de «planta del queso suizo» a causa de las ranuras y orificios que presentan sus hojas. Es una antigua favorita entre las plantas de interiores. En condiciones favorables puede desarrollarse hasta alcanzar 3 m de altura y la misma anchura en otros tantos años, pero no puede alcanzar estas dimensiones en las condiciones que ofrece normalmente una casa.
Aquí, el crecimiento es menos libre y el tamaño de las hojas es menor que en un invernadero (donde las hojas pueden llegar a medir 60 cm de ancho). Tampoco es probable que dé frutos, lo que es una lástima, ya que la pulpa de su fruto tiene un delicioso sabor a «ensalada de frutas». Como la mayoría, de las aroideas, a Monstera deliciosa le conviene una mezcla de tierra con punto de desagüe y que contenga una buena proporción tanto de turba como de arena tosca. Resultan adecuados muchos tipos de preparaciones turbosas; lo que sí es fundamental es evitar el exceso de riego, porque hace que se pudran las raíces. En el tronco aparecerán raíces aéreas; cuando ya resulten grandes se puede intentar que crezcan en una mezcla de tierra de la maceta. Monstera deliciosa «Borsigiana» posee hojas más pequeñas, pero de forma similar, que salen de los tallos y tienden a crecer de un modo más erecto.
Como sucede con otras aroideas trepadoras, crecen mejor sujetas a un soporte que mantenga su jugosidad. Se puede hacer un sencillos soporte de este tipo envolviendo musgo esfagníneo húmedo en torno a una estaca de madera robusta; las raíces aéreas penetrarán en él si se mantiene húmedo el musgo. A menudo se denomina, equivocadamente, Philodendron pertusum o Monstera pertusa a M. deliciosa, y los americanos la conocen como filodendro de hojas rasgadas. P. pertusum es una planta similar, pero más pequeña.