El cultivo es una actividad muy relajante y es una de las preferidas de los amantes de la jardinería. Podemos realizar cultivo de diferentes plantas y flores, obteniendo un patio, terraza o jardín realmente bellos.
Sin embargo, existen algunas pautas que tendremos que tener en cuenta antes de llegar a cabo esta actividad. A continuación iremos paso a paso explicando algunos de los puntos más importantes por los que tenemos que pasar para realizar el cultivo de plantas.
El primer paso, antes que todo, es llevar a cabo una buena preparación del suelo. Primero tendremos que limpiar el terreno. De esta forma podremos limpiarlo de malas hierbas, piedras, desperdicios y otra clase de objetos que lo estén tapando.
Después de realizar este primer paso, será importante poder mover la tierra de forma que quede libre y aireada. Cuando la superficie se encuentra cubierta con piedras o objetos de este tipo es muy fácil encontrarla muy compactada. La tierra apretada no le dará lugar a las raíces de las nuevas plantas para crecer.
Por esta razón tendremos que utilizar una buena pala larga moviendo la tierra y dejándola lo más apta posible para la siembra.
Si tu jardín es de gran tamaño, te recomendamos el uso de una motoazada, ya que es una labor que puede dañar tu espalda.
Algo que muchas veces ocurre es que la tierra no tiene los nutrientes necesarios como para garantizar un buen crecimiento de las plantas. Por esta razón será importante abonarla de modo de que la misma alcance su punto máximo de fertilización.
Muchas personas se preguntan si es necesario añadir a la tierra fertilizantes químicos. Por lo general, lo mejor que podemos hacer es no utilizar químicos debido a que los mismos muchas veces resultan contaminantes. En este caso lo ideal será poder utilizar abono natural o compost.
Otro recurso que podemos utilizar son las lombrices. Estas cumplen funciones muy importantes: airean el suelo y nos proporcionan un buen abono a través de sus excrementos.
A la hora de la siembra, muchos piensan que la misma tiene que ser realizada directamente en el suelo; sin embargo, de acuerdo a la necesidad de protección de la planta en sí, será posible realizar la siembra en una maceta, en un invernadero o en la tierra directamente.
En relación a la época del año, este proceso se tiene que llevar a cabo durante finales del invierno o comienzos de la primavera.
De acuerdo a la especie, podemos llegar a encontrar algunas que tienen que ser sembradas en otoño, de forma que la semilla pueda reposar y puedan germinar durante la primavera.
También es importante recordar que antes de ser utilizadas para cultivo de plantas, las semillas tendrán que ser limpiadas y secadas.
El procedimiento para la siembra es fácil: la semilla se depositará a una profundidad similar a su tamaño y será cubierta con una capa de tierra sin realizar una presión excesiva sobre la misma. Después de haber finalizado el proceso de cultivo será importante llevar a cabo los cuidados y el control necesario de la progresión del mismo.
Un punto importante es regar las plantas con mucha frecuencia, en especial al principio que es cuando se encuentran creciendo. Esto será fundamental para darles todos los minerales que el agua tiene y que las plantas necesitan.
El regado tiene que ser hecho en horas donde las plantas no se encuentren recibiendo sol, debido a que hacerlo con sol podría provocar un espejo de agua sobre la planta, la cual podría quemarse por acción del sol.
Así como los cultivos, las plantas más pequeñas y frágiles necesitan también ser protegidas del granizo. Por esta razón en muchas ocasiones su cultivo no se realiza en el suelo, sino en un ambiente controlado como el de un invernadero.
De esta manera la planta en sus primeros momentos (cuando se encuentra más frágil), se ve protegida contra cambios climáticos bruscos como subidas y bajadas de temperatura abruptas; y también, de tormentas y granizo.
Cultivo de flores
En el caso del cultivo de flores el proceso es similar al que se aplica en las plantas. La tecnología en este caso está muy avanzada, y muchas nuevas técnicas se están desarrollando para mejorar la eficiencia de estos cultivos.
Desde 1970 la floricultura ha crecido de manera pareja, y se han desarrollado nuevas técnicas que mejoran la calidad de los plásticos para los invernaderos, perfeccionan la técnica de riego de goteo, incorporan equipamiento instrumental y de logística, etc.
En el caso de las flores, aunque muchos cultivos se realizan al aire libre, como los de las plantas, aquí la técnica de recurrir al invernadero es bastante más frecuente, debido a que las flores son realmente muy frágiles en un inicio.
Los invernaderos son lugares en los que se aplican algunas de las avanzadas técnicas mencionadas anteriormente para la excelencia del cultivo. Como vemos a la hora de cultivar se realiza todo un trabajo delicado.
El resultado es un encadenamiento de pasos que tendremos que dar, y si queremos ver buenos resultados tendremos que tener bastante paciencia para realizar los procedimientos requeridos de manera correcta y calmada. Después de esto sólo quedará sentarnos a esperar los resultados.