El empleo con éxito de las plantas en el diseño de interiores depende de-la habilidad con que se coloquen los ejemplares o grupos de ejemplares. La distribución de las plantas de manera que sus características únicas de forma, hábitos de crecimiento, forma y coloridos de follaje, flores y tamaño puedan apreciarse por entero es una labor exigente y creativa.
Haciéndolo bien, veremos la diferencia que existe entre una colección indiscriminada de plantas y algo que realmente aumente el atractivo de la decoración. Una regla básica es la de convertir cada planta o grupo de plantas en un centro de atención. Y hacerlo con moderación. En el primer acceso de entusiasmo es muy fácil que el nuevo jardinero de interior incremente sin cesar su colección hasta que los distintos especímenes se pierdan en una masa amorfa de verdor que rebose de los alféizares de las ventanas, de sobre las mesas, de hornacinas y nichos… Las plantas tienen que armonizar entre sí y con el mobiliario y carácter de la habitación. Cuando se piensen disponer con carácter libre en el centro de la habitación, recuérdese que estarán más estrechamente ligadas con la alfombra o suelo y con los muebles circundantes que con las paredes o cortinas.
La combinación acertada de estatuas o cuadros con las plantas da al conjunto un acento decorativo fuera de lo corriente. Las Hederas (hiedras) quedan muy vistosas contrastando con una superficie de mármol pulido, por ejemplo, y los árboles de un cuadro pueden tener eco en una planta colocada en primer término. Las flores y el follaje de los ejemplares más pequeños, como el ciclamen o las Azaleas, se realzan cuando se reflejan en la superficie brillante de una mesa u otra superficie pulimentada. Un espejo trasero añade una nueva dimensión a una composición y, simultáneamente, hace parecer más grande la habitación.
Las plantas como centro de atracción
Un impresionante ejemplar adulto de una gran planta tropical es a menudo lo suficientemente llamativo para colocarlo aislado por derecho propio. Por ejemplo, un Ficus benjamina (ficus llorón) resulta realmente espectacular ante un ventanal. Sin embargo, es muy fácil que los especímenes más pequeños resulten empequeñecidos por lo que les rodea, y por eso la agrupación de plantas, de la misma o de diferente especie, constituye uno de los aspectos más creativos de la decoración de interiores. Para los grupos combinados es una buena idea elegir soportes o recipientes que armonicen con el espécimen dominante del grupo. La elección final depende, por supuesto, del efecto que se quiera conseguir, pero es aconsejable tener presentes algunas normas básicas al respecto. Las plantas más adecuadas para interiores modernos, tanto las grandes especies tropicales, como Ficus elástica (hiedra cauchera) y Monstera deliciosa (philodendron de hoja hendida), como los ejemplares más pequeños, tales como algunas de las Dracaenas, armonizan mejor con recipientes lineales y sencillos. El acero inoxidable, la loza y la madera se cuentan entre los mejores materiales. Las palmeras forman asociaciones de época y suelen resaltar muy bien en recipientes isabelinos o de un estilo similar, cuando no en cestos de mimbre.