Las vacaciones se acercan rápidamente. Puede que se traslade a la costa o a la montaña durante unas semanas, dejando atrás su huerto. Estoy probando para usted una solución sencilla y económica de riego autónomo.
Mi razonamiento es el siguiente: un huerto en cuadros puede representarse muy bien como un conjunto de macetas de 30 o 40 centímetros. Por lo tanto, este sistema de riego es perfectamente adecuado. Tanto más cuanto que la superficie a regar sigue siendo limitada.
El sistema
Pasemos a la descripción del producto en sí. Es de la marca Aquasolo y consiste en un cono de cerámica que difunde el agua en el suelo y una boquilla de plástico a la que se enrosca la botella. Sólo he visto un tamaño de gorra, pero por si acaso, tendrá un adaptador para ajustarse a cuellos más estrechos. También recibirá pequeñas bolsas de abono que no he probado.
Puedes encontrarlo en diferentes colores (naranja, verde, amarillo o rojo) que en realidad representan la capacidad del gotero. El fabricante hace corresponder el color a un tamaño de maceta (rojo = +65cm, amarillo = 45 a 60cm…). Esto podría convertirse en un área de cobertura en el jardín, pero creo que es más apropiado hablar de rendimiento. El rojo para las hortalizas más exigentes en agua (como los tomates o las berenjenas), el amarillo para las menos necesitadas (por ejemplo, las lechugas) y el verde para las poco exigentes.
Incluso es posible ser más preciso y adaptar el caudal en función de la «fase» de las plantas, por ejemplo, un tomate necesitará más agua para la creación de frutos que para las hojas.
Instalación
La instalación es sencilla, llene la botella de su elección con agua, enrosque la boquilla de cerámica (para las botellas «estándar», retire primero el adaptador).
Planta el difusor en la tierra (al pie de tus plantas) y finalmente haz un pequeño agujero en el fondo de la botella (utiliza un clavo o un tornillo).
Mi opinión
El Aquasolo me parece uno de los principios deriego más sencillos de aplicar: sin reserva de agua, sin temporizador, sin red enterrada, sin tuberías… está listo para usarse en unos segundos.
La principal ventaja de este sistema es que se puede regar al pie, directamente bajo la capa de mantillo, por lo que la evaporación es limitada incluso en la parte más calurosa del verano.
Si bien estoy convencido de que es una buena solución para plantas como tomates, berenjenas, coles, pimientos… (lo he adoptado), creo que es menos eficaz en las hortalizas en hilera (rábanos, zanahorias…). En cualquier caso, debería limitarse a pequeños huertos en plazas, o a determinadas hortalizas, pues de lo contrario el coste de implantación podría dispararse.
Sé que no se puede pedir demasiado, pero comparado con sistemas más sofisticados, no detecta la lluvia, la difusión será la misma esté el suelo seco o no, de ahí el gasto innecesario de agua.
Para que pueda irse tranquilo, sin tener que molestar a sus vecinos (que quizá tampoco tengan un pulgar verde), su huerto no sufrirá la sequía.